Burnout parental: ¿cómo reconocerlo? ¿Qué hacer?
Ser padres es una experiencia gratificante, pero también exigente. Cuando el cansancio y el estrés se intensifican y el placer de cuidar a los hijos desaparece, puede producirse el Burnout parental.
Este trastorno tiene repercusiones en la salud y la vida familiar. Descúbrelo todo en este artículo.
¿Qué es el Burnout parental?
El Burnout parental es un estado de intensa fatiga emocional, física y mental que experimentan algunos padres como consecuencia del estrés constante que supone criar a sus hijos. Los síntomas son agotamiento extremo, pérdida de motivación, sensación de agobio y, a veces, incapacidad para hacer frente a las responsabilidades de la paternidad. Aunque este trastorno puede afectar a todos los padres, algunos corren más riesgo, como los de familias monoparentales, los que tienen hijos con discapacidad, los que tienen horarios sobrecargados o los que viven en contextos económicos inestables.
¿Cuáles son las causas del Burnout parental?
Puede deberse a varios factores, entre ellos:
Sobrecarga de responsabilidades:
Compaginar el trabajo, las tareas domésticas y las necesidades de los hijos puede resultar abrumador.
Falta de apoyo:
La falta de una red de apoyo (familia, amigos) o de tiempo libre puede aumentar la presión.
Problemas de pareja:
Los conflictos conyugales o la falta de comunicación pueden intensificar el estrés de los padres.
Altas expectativas:
Las expectativas sociales sobre la paternidad, la presión para ser un «padre perfecto» o para gestionarlo todo pueden empeorar la situación.
Falta de tiempo para uno mismo:
No hay tiempo para recargar las pilas, cuidarse o disfrutar de actividades personales.
¿Cuáles son los síntomas del Burnout parental?
Reconocer los síntomas del Burnout parental es esencial para poder intervenir a tiempo. He aquí los síntomas más frecuentes:
Intenso agotamiento físico y mental
- Sensación constante de cansancio, incluso después de una noche de sueño.
- Falta de energía para realizar las tareas cotidianas.
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones sencillas.
Distanciamiento emocional de los hijos
- Sentirse distanciado de los hijos.
- Falta de paciencia ante comportamientos inofensivos.
- Pérdida de placer en el tiempo que pasa con ellos.
Sentimiento de fracaso o culpabilidad.
- Sentimiento de no ser un buen padre.
- Culpabilidad por comportamientos inusuales.
- Comparación constante con otros padres.
Agotamiento frente a sobrecompensación
- Algunos padres agotados intentan «sobrecompensar» su cansancio implicándose demasiado, lo que empeora su estado.
- Otros se retiran gradualmente de sus responsabilidades parentales, dejando un vacío emocional.
¿Qué se puede hacer para superar el Burnout parental?
Hay salidas:
Hablar y pedir ayuda
- Consultar a un profesional de la salud (psicólogo, médico) puede ayudar a diagnosticar el problema y desarrollar estrategias para aligerar la carga mental. Hablar de sus sentimientos y dificultades es importante para ayudarle a sentirse menos aislado.
Aligera tu carga mental
- Reorganice sus prioridades: abandone las tareas no esenciales. Aprenda a decir no a compromisos innecesarios.
- Delegue: confíe ciertas tareas a su pareja, amigos o incluso profesionales (niñeras, ayuda doméstica, etc.).
Dedíquese tiempo a sí mismo
- Dedique un tiempo al día a una actividad que le guste (lectura, deporte, meditación, etc.).
- Regálese fines de semana libres, solo o en pareja, confiando sus hijos a familiares.
Recurra a unas clínicas de convalecencia
- Las clínicas de convalecencia y los centros de descanso están especialmente concebidos para acoger a padres en dificultades.
Estas clínicas de convalecencia le permitirán :
- Disfrutar de un entorno afectuoso y seguro.
- Recibir apoyo psicológico y educativo.
- Recargar las pilas lejos del estrés de la vida cotidiana.
Revisar sus expectativas
- Sus hijos necesitan un padre humano, no un superhéroe.
- Quítese presión y no se compare con otros padres.
¿Qué tratamientos existen para el Burnout parental?
Además de soluciones prácticas para aligerar la carga mental y dedicarse tiempo a uno mismo, existen tratamientos terapéuticos que pueden ayudar a los padres a superar el Burnout y recuperar el equilibrio psicológico.
Terapia individual o de pareja
La terapia cognitiva y conductual (TCC) puede ser muy eficaz para trabajar los patrones de pensamiento que contribuyen al agotamiento. La terapia de pareja también puede ayudar a restablecer la comunicación y la comprensión mutua.
Grupos de apoyo
Participar en grupos de discusión o talleres dedicados al Burnout parental ofrece un espacio de solidaridad y comprensión. Estos grupos brindan la oportunidad de intercambiar consejos prácticos basados en la experiencia colectiva y de ofrecer apoyo moral.
Enfoques físicos y relajación
Yoga y meditación: para volver a centrarse y liberar la tensión acumulada.
Sofrología: para mejorar la gestión emocional y aumentar la capacidad de disfrutar del momento presente.
Apoyo médico en caso necesario
En los casos más graves, puede considerarse el tratamiento médico:
Medicación: el médico puede prescribir un tratamiento temporal para reducir la ansiedad o mejorar el sueño, siempre en combinación con un enfoque psicoterapéutico.
Seguimiento con un psiquiatra: útil en casos de depresión vinculada al Burnout.
El Burnout parental no es un signo de debilidad, sino una señal de alarma. Reconocer las señales, pedir ayuda y darse un respiro son las claves para superar este Burnout. Cuidando de ti mismo, cuidas también de tus hijos, porque un padre realizado es un pilar esencial de una familia feliz.
No lo olvides nunca: es normal pedir ayuda y tomarse tiempo para uno mismo. No estás sola, y hay soluciones para ayudarte.
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