¿Cuándo ir a la maternidad?
¿Te acercas al final del embarazo y te preguntas cuándo debes ir a la maternidad? Es importante conocer las señales a las que hay que estar atenta y escuchar cómo te sientes. Marine, comadrona, te da toda la información que necesitas para tener un parto sin preocupaciones.
¿Cuáles son los síntomas del parto?
Contracciones
Existen dos tipos de contracciones:
- Contracciones de Braxton Hicks
- Contracciones de parto
Las contracciones de Braxton Hicks son contracciones «de entrenamiento». Pueden producirse durante el embarazo y suelen ser indoloras e irregulares.
Antes de las 37 semanas de amenorrea, es aceptable tener entre 10 y 15 contracciones al día si no hay impacto en el cuello uterino. A partir de la semana 37, tu bebé ya no es prematuro y estas contracciones pueden intensificarse (¡sobre todo por la noche!).
Sin embargo, estas contracciones son diferentes de las contracciones de parto «reales» que, por definición, tienen un impacto en el cuello del útero, son dolorosas y se vuelven más regulares a medida que avanza el parto.
Las pacientes nos preguntan a menudo qué se siente durante una contracción. Las contracciones de parto suelen describirse como una oleada que sube, endurece el abdomen y luego vuelve a irse. El dolor es similar al de la menstruación, pero más intenso.
El dolor también puede sentirse en la parte baja de la espalda o irradiarse hacia los muslos.
Suelo decir: «Salvo contadas excepciones, si tienes contracciones de parto, no podrás pasarlas por alto».
Para aliviar las contracciones, no dudes en darte una ducha o un baño calientes, o utilizar una bolsa de agua caliente. También puedes pedir a tu profesional sanitario que te recete algún medicamento para usar en caso de contracciones (generalmente, si no hay contraindicaciones, paracetamol y Spasfon). Si las contracciones persisten después de esto, acude a la maternidad.
Romper aguas
Existen 2 tipos de rotura de bolsa: la rotura total o la fisura.
La rotura total de la bolsa de aguas te dejará con pocas dudas, ya que la cantidad de agua es importante y a veces requiere el uso de una toalla de «escape de orina» o de una toalla.
La fisura de la bolsa de agua, en cambio, puede ser más sutil y aparecer como una sensación de humedad. Si tienes dudas, puedes realizar la prueba del papel higiénico. Coloca una pequeña hoja de papel en la parte inferior de tu ropa interior, luego sube unos escalones, dobla las rodillas, tose...
En caso de duda, acude a un médico, ya que una vez rota la bolsa, existe riesgo de infección y algunas patologías requieren la administración rápida de antibióticos.
El líquido amniótico puede ser de distintos colores: transparente, rosa o verde. Si el líquido es verde, tu bebé ha eliminado heces en su líquido y debes acudir cuanto antes a la unidad de maternidad para comprobar su estado.
Una vez rota la bolsa, el líquido fluirá hasta el parto, ya que se regenera constantemente. « ¡Asegúrate de tener una toalla para el asiento del coche! »
Pérdida del tapón mucoso
El tapón mucoso se encuentra en el cuello del útero y proporciona protección adicional al feto, creando una barrera contra las bacterias en particular.
La pérdida del tapón mucoso no es necesariamente sinónimo de parto inminente y no requiere sistemáticamente una consulta médica si no se asocia a otros síntomas como hemorragias, contracciones dolorosas o disminución de los movimientos del bebé.
No te asustes, la mucosidad se renueva, ¡pero eso no significa que tu bebé ya no esté protegido!
¿Cuándo hay que ir a la maternidad?
Si rompes aguas, recoge tus cosas con calma, date una ducha y vete a la maternidad sin estrés.
En el caso de un líquido sanguinolento o verde, ¡hay que ir a la maternidad más rápidamente!
Para las contracciones, si es tu primer bebé, te aconsejamos que vayas a la maternidad después de 1h30-2h de contracciones regulares cada 5 minutos. Si las contracciones son insoportables o se asocian a otros síntomas, debes adelantar la salida.
Cuando se trata de tu segundo bebé o más, es probable que el parto sea más rápido. Por eso aconsejo a mis pacientes que acudan a la maternidad en cuanto las contracciones sean dolorosas y requieran una respiración más controlada.
Cuando acudas a la maternidad, también tienes que tener en cuenta la duración del trayecto hasta el hospital, el tráfico previsible en función del horario y cómo vas a gestionar el cuidado de tus mayores.
En situaciones especiales, como una cesárea programada, placenta previa o un embarazo patológico, es aconsejable acudir más rápidamente a la maternidad, sobre todo en caso de contracciones o pérdida de la bolsa de aguas.
En resumen, debes acudir al médico en caso de hemorragia, disminución de los movimientos del bebé, pérdida de líquidos, contracciones persistentes o cualquier otro síntoma preocupante.
Asegúrate de tener a mano el número de urgencias de tu maternidad: si tienes alguna duda, una matrona podrá aconsejarte sobre lo que debes hacer.
Antes de ir a la maternidad, no olvides llevarte todo el historial del embarazo, aunque la maternidad ya tenga una copia.
Unas palabras finales: Estás a punto de embarcarte en uno de los encuentros más bonitos de tu vida, así que mantén la calma y recuerda: ¡confía en ti misma!
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