Nuestros 5 consejos para unas vacaciones sin preocupaciones con un bebé

Las primeras vacaciones con un bebé suelen ser estresantes para los padres jóvenes. Los viajes, un ritmo diferente, dormir mal, el miedo a encontrarse con un bebé enfermo durante las vacaciones... No faltan cosas de las que preocuparse, pero no se preocupe: siguiendo esta guía de "vacaciones especiales", podrá disfrutar de su tiempo libre con total tranquilidad y crear recuerdos entrañables para su familia.

Nuestros 5 consejos para unas vacaciones sin preocupaciones con un bebé

¿Por qué irse de vacaciones con un bebé?

Las vacaciones son sinónimo de descanso y relajación, lo que permite a los padres disfrutar al máximo de su hijo y reforzar su vínculo de apego. Un cambio de entorno también expone al bebé a una nueva variedad de colores, sonidos y olores, estimulando su curiosidad y satisfaciendo su necesidad de explorar el mundo que le rodea. Las vacaciones son también un momento ideal para conocer gente nueva y socializar. Como ves, si las vacaciones son buenas para la moral de los padres, ¡también lo son para la de los niños!

Nuestros 5 consejos para unas vacaciones relajantes

Sin embargo, las vacaciones con un bebé no se improvisan. Requieren a la vez una organización meticulosa y una buena dosis de despreocupación por parte de los padres. He aquí nuestros 5 consejos para preparar las vacaciones y mantener una actitud positiva en cualquier circunstancia.

1. Haga una lista para no olvidar nada

Las vacaciones con un bebé requieren mucho material, y el más mínimo descuido puede convertirse rápidamente en una fuente de estrés. La solución: haga una lista por adelantado de lo que necesitará para sus vacaciones: pañales, toallitas, biberones, una muda, artículos de aseo, botiquín, etc.

En función de cómo se alimente tu hijo, lleva agua mineral, leche en polvo, biberones limpios y papillas. Para mantener ocupado a tu bebé durante los viajes y las esperas, lleva sus juguetes favoritos, libros y juegos adecuados a su edad.

Puedes encontrar más consejos específicos para viajar con un bebé en este artículo.

2. Dale las mismas señales que en casa

Como el ritmo de sueño de tu bebé aún está en desarrollo, cualquier cambio de entorno o de horario puede alterar su sueño, provocando dificultades para conciliar el sueño y un aumento del número de despertares nocturnos.

Para evitar complicaciones y el consiguiente cansancio excesivo, mantén el mismo ritmo en la medida de lo posible, respetando los horarios de las comidas, las siestas y la hora de acostarse.

Si tienes que salir por la noche o durante la siesta de tu bebé, opta por actividades tranquilas que permitan a tu bebé dormir en un cochecito o en un fular portabebés. Si tu bebé duerme con una luz nocturna o un aparato de ruido blanco durante la noche, recuerda llevarlos contigo para que pueda mantener los mismos hábitos de sueño durante las vacaciones.

3. Elegir el destino adecuado para tu bebé

La elección del destino es crucial para disfrutar de unas vacaciones relajantes con el bebé. Privilegia los viajes cortos, de no más de unas horas, y dale al bebé la oportunidad de moverse cada 2 horas durante el trayecto.

Cuando reserves el alojamiento, asegúrate de que dispone de todas las comodidades necesarias, como cuna, bañera para bebés o trona. Muchos hoteles y complejos vacacionales cuentan con instalaciones adaptadas a las familias: parques, zonas de juego, actividades para niños... lo ideal para disfrutar de unas vacaciones en familia.

4. Opte por actividades adaptadas al ritmo de su bebé

Cuando uno piensa en vacaciones, piensa en salidas, actividades diversas y variadas, y reuniones con la familia y los amigos. Pero ten en cuenta que tu bebé necesita tranquilidad con regularidad. Lo mejor es optar por actividades y visitas adaptadas al ritmo de tu hijo, evitando sobrecargar los días para que todos tengan la oportunidad de descansar.

5. Adopta una actitud zen

Los cambios de ritmo, los entornos desconocidos, el encuentro con gente nueva y la variedad de estímulos pueden cansar a tu hijo y generar una carga emocional adicional.

No te sorprendas si tu bebé está irritable, ansioso o llora más de lo habitual. No te preocupes: es su forma de expresar sus emociones y adaptarse a la situación. Cógele en brazos, háblale con dulzura, juega y ríete con él... no hay nada mejor para darle una buena dosis de energía positiva y hacerle olvidar sus pequeñas preocupaciones.

Si te molesta la forma en que los demás miran o comentan el comportamiento de tu hijo y la forma en que le educas, intenta ignorarlo. Sería una pena dejar que los comentarios despectivos de los de fuera te estropearan las vacaciones.

Elena Goutard
Publicado por : Elena Goutard - Coach parental Elena Goutard
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