Todos nuestros consejos para volver a casa con el bebé sin preocupaciones tras la maternidad
Has esperado e imaginado tantas veces esos primeros días de vuelta a casa con tu bebé recién nacido. Ha llegado el día, ¡te han dado luz verde para volver a casa! Es un momento de muchas emociones. Entre la felicidad, la ansiedad y la emoción, puede ser un auténtico trastorno. Lo que sientas variará mucho y dependerá de tu historia: el curso y la experiencia del embarazo, el parto, si fue prematuro o a término, y lo que viviste en los primeros días tras el nacimiento.
Conocerse, crear un vínculo
Conocer a tu bebé
Para estos primeros días en casa, las palabras clave son "tomarse tiempo". Tiempo para conocerse, para disfrutar de estos momentos únicos y para observar a tu bebé, conocerlo y aprender a reconocer sus necesidades.
Aprender a cuidar de tu bebé
Conocerás a tu bebé y aprenderás a cuidarlo. Porque no, no se nace padre, se llega a ser lo y cada día de paternidad es un día de aprendizaje. Aprenderás a alimentar a tu bebé, a darle el pecho o el biberón, a cambiarle el pañal, a bañarle y a cuidarle, y te sentirás cada vez más a gusto.
Aprender a consolar al bebé
Y aprenderás a consolar a tu bebé. No hay reglas, cada bebé es único. Te daremos algunos consejos. Pueden funcionar o no, porque cada bebé es diferente, pero encontrarás lo que funciona para él, porque tú eres quien mejor le conoce y eres el mejor padre para tu bebé.
Le cogerás el truco y ganarás confianza día a día.
Contacto piel con piel
Los primeros meses son ideales para el contacto piel con piel. Es posible que te lo hayan ofrecido después del parto... puedes seguir haciéndolo tan a menudo como quieras en casa. El contacto piel con piel tiene muchos beneficios, entre los que destaca el vínculo que crea tanto con la madre como con el otro progenitor. ¿Por qué no te sientas en el sofá piel con piel con tu bebé dormido contra ti y te tomas un momento para ti, viendo una serie o leyendo un libro, por ejemplo?
Encontrar una nueva forma de organizar tu vida con la llegada de un nuevo bebé
El nacimiento de un bebé supone una nueva vida para toda la familia. Se pasa de la vida en pareja a la vida en familia, cuando es el primer bebé, o de padres de 1 hijo a 2 o más. Así que cada uno tiene que encontrar su orientación y su lugar. Es una nueva forma de organizar las cosas, y eso requiere tiempo y adaptación. Os conocisteis en la maternidad y ahora cada uno tiene que aprender a orientarse en su nuevo entorno.
A cámara lenta
Descansa con regularidad
Tómate tu tiempo para vivir plenamente estos primeros momentos. También necesitarás descansar. Se suele decir que hay que dormir al mismo tiempo que el bebé, pero a veces es más fácil decirlo que hacerlo, sobre todo si hay otros niños antes que tú. Hazlo lo mejor que puedas.
Pide ayuda a la gente de tu entorno
Si puedes, no dudes en pedir ayuda a las personas de tu entorno para que te ayuden con las tareas domésticas, las comidas o incluso a cuidar del bebé durante una mañana, por ejemplo, para poder dormir un poco.
Pide al coparental que se tome el permiso de paternidad inmediatamente después del parto
El papel del otro progenitor es esencial, ya que formáis un equipo. Por motivos de agenda, algunos coprogenitores deciden no tomarse el permiso de paternidad hasta unos meses después del parto. Si tienes la oportunidad, deberías tomarte el permiso de paternidad inmediatamente después del parto. El parto, ya sea vaginal o por cesárea, es agotador y la madre necesitará descanso y apoyo con el bebé. Además, la madre puede sentirse abrumada por sus emociones y llorar mucho en los días siguientes al parto. Esto puede deberse a las hormonas, pero también al cansancio y a las emociones ante todo este trastorno.
Trabajo en equipo
Los primeros meses con un bebé pueden ser como una maratón, por eso es esencial trabajar en equipo, porque el cansancio aparece.
Algunos consejos: Por la noche, por ejemplo, puedes dar uno de cada dos biberones. Para el primer biberón, el coparental puede ocuparse del bebé mientras la mamá duerme y para el siguiente, la mamá se las arregla para que el coparental pueda dormir. Si el bebé es amamantado, de la misma manera, el coparental puede llevar al bebé a la cama de mamá mientras ella se alimenta y luego llevárselo de vuelta para cambiarle los pañales y abrazarlo, por ejemplo. También hay quien opta por una de las dos noches. Ya encontrarás la organización que más te convenga.
Organizarse de antemano
Para que los primeros días en casa con tu recién nacido sean lo más tranquilos posible, no dudes en planificarte. Por ejemplo, puedes cocinar con antelación y congelar algunos platos para ti antes de la llegada del bebé.
Ve de compras antes de la llegada del bebé
Asegúrate de que tienes todo lo que necesitas para tu bebé: algodones, pañales, artículos de aseo, comida, etc. Te desaconsejamos encarecidamente que lleves a tu pequeño a las tiendas y farmacias durante los primeros días e incluso los primeros seis meses, para evitar exponerle a los virus a los que todavía es vulnerable. Además, la luz y el ruido ambiental de las tiendas crean muchos estímulos para los bebés.
Conoce las necesidades de tu bebé para entenderle mejor
Tu bebé no sabe hablar, y sus medios de comunicación son los gestos y el llanto. Aquí tienes las principales necesidades de un recién nacido para ayudarte a entenderle:
Comer
Tu bebé necesitará comer con regularidad, cada 3 ó 4 horas en el caso de la leche de fórmula y a veces menos en el caso de la lactancia materna. Como la leche materna se digiere más rápidamente, el bebé puede empezar a llorar para comer al cabo de una hora y media.
Estar limpio
El pañal debe cambiarse con regularidad, por ejemplo después de cada comida y después de cada deposición. Se puede dar un baño cada 2 ó 3 días y lavarlo todos los días.
Dormir
En los primeros días, un recién nacido duerme 20 horas de cada 24.
Durante el día, puede dormir en su cuna bajo vigilancia (babyphone o cámara y placa Nanny Care para mayor tranquilidad) o en un moisés en la misma habitación que tú. También puede dormir a tu lado, piel con piel, o en un portabebés bajo supervisión.
Por la noche, es aconsejable que tu bebé duerma en tu dormitorio, en su cuna o en una cuna de colecho adecuada durante los primeros seis meses para prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante.
Asegúrate de que tu bebé duerme siempre boca arriba, de día y de noche, en un saco de dormir a su medida, sin nada más en su cama (ni peluches, ni edredones, ni almohadas, ni protectores "tradicionales", ni elevadores de colchón caseros), en una habitación donde no haga demasiado calor.
Tranquilidad y necesidad de contacto: una de las necesidades esenciales, y no la menor
De momento, tu bebé ha pasado más tiempo en la barriguita de mamá que fuera de ella. Todo este mundo es nuevo para él y está lleno de nuevas sensaciones.
En el útero, tu bebé estaba a oscuras, en el agua, siendo alimentado, mecido por los movimientos de mamá y los latidos de su corazón.
Al nacer, le pedimos mucho:
- que sepa calentarse solo ;
- estar en contacto con el aire, la luz y el ruido; ser sordo;
- saber mamar para comer
- vestirse
- ser transportado
- ser acostado.
Tantas cosas que a nosotros nos pueden parecer triviales, pero que suponen tantos cambios y fuentes de ansiedad para un recién nacido. Tu bebé necesitará que lo tranquilicen, lo lleven en brazos y lo abracen. Seguramente oirás comentarios como "no le lleves, que se pone inquieto" o "déjale llorar, que le duelen los pulmones". No, nunca se puede cargar demasiado a un bebé. Escúchate a ti misma, escucha a tu corazón, tú sabes lo que es mejor para tu bebé. Cuanto más cargues a tu bebé, más aceptará que lo acuestes porque estará más tranquilo.
No dudes en comprar un portabebés fisiológico que te aliviará a ti mientras satisface las necesidades de tu pequeño. Para aprender a utilizarlo con seguridad, no dudes en asistir a un taller de porteo.
No, tu bebé no estará inquieto porque lo lleves en brazos todo el día durante los primeros meses. De hecho, los bebés no tienen rabietas hasta que cumplen un año. Si tu bebé llora, es porque te necesita y necesita que le tranquilices. Cuanto más respondas cuando te llame, más tranquilo se sentirá, sabiendo que estás ahí siempre que te necesite. Por eso, aunque esa cunita esté a tu lado, está muy lejos para él, con quien hace sólo unos días lo estabas.
Una vez más, no dudes en recurrir al contacto piel con piel. También ayuda a tranquilizar y calmar a tu bebé el calor de tu cuerpo, tu olor y el sonido de tu corazón.
Acarícialo, tranquilízalo, mímalo, disfrútalo: estos primeros momentos ya no volverán.
¿Y las visitas?
En cuanto a las visitas, escúchate. Si quieres presentar a tu bebé, perfecto. ¿Por qué no aprovechar para pedirle un poco de ayuda con las tareas cotidianas?
Evita pasar a tu bebé de brazo en brazo
A menudo se dice que el bebé no debe ser llevado en brazos por nadie que no sean sus padres. Una vez más, es más fácil decirlo que hacerlo. Es comprensible que te apetezca verlo en brazos de sus abuelos. Pero asegúrate de que tus seres queridos no estén enfermos. Si alguien está enfermo, no debe entrar en contacto con tu recién nacido, para quien un simple resfriado podría ser más grave y acabar en hospitalización.
También debes asegurarte de que tu bebé no esté en brazos de demasiada gente. Probablemente estará tranquilo y somnoliento en ese momento, pero en realidad son muchas emociones para él y es probable que por la noche se descargue y llore mucho.
¿No quieres visitas? No pasa nada, no tengas miedo de decirlo. Tienes derecho a quedarte en tu pequeño capullo los primeros días.
No estás sola
¿Tienes alguna pregunta sobre el posparto? sobre tu bebé? ¿te sientes triste? ¿necesitas algún consejo? no estás sola. Puedes obtener ayuda de
- Profesionales como: matronas, pediatras, médicos de cabecera, trabajadores de apoyo perinatal, etc.
- PMI (Protección Maternal e Infantil): las enfermeras de la guardería podrán responder a tus preguntas puntuales o realizar revisiones mensuales para seguir la evolución de tu bebé (crecimiento, desarrollo, diversificación alimentaria).
- Maternidad: si tienes alguna pregunta en los primeros días, no dudes en llamar al servicio postnatal de tu maternidad. De día o de noche, un profesional podrá aconsejarte.
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