Ayudar al bebé a ser independiente

Tu bebé es aún muy pequeño, pero ya puedes ver los primeros signos de independencia: intenta coger su chupete, sigue los objetos que le interesan, empieza a gatear o a ponerse de pie. Todos estos son signos de que tu hijo se está desarrollando bien. En sólo 3 años, tu hijo habrá pasado de depender totalmente de ti a ser independiente y capaz de valerse por sí mismo. Podrá comer con cuchara, dormir solo, ir al baño e incluso tener amigos. Descubre las 5 mejores prácticas para ayudar a tu hijo en el camino hacia la independencia.

Ayudar al bebé a ser independiente

1) Crear puntos de referencia estables

Para que tu bebé se adapte lo antes posible a este mundo, es esencial que le marques un ritmo regular durante el día. Al ayudarle poco a poco a instalarse en una rutina estable, no sólo satisfaces sus necesidades fisiológicas, sino también las afectivas, ya que la regularidad y la continuidad de sus rutinas le tranquilizan y le dan sensación de seguridad. Gracias a este ritmo regular, tu hijo también podrá asimilar más rápidamente la alternancia entre el día y la noche, lo que le facilitará conciliar el sueño y dormir mejor.

2) Deja que tu bebé desempeñe un papel activo en el aprendizaje

A los bebés les gusta descubrir y explorar su entorno a su ritmo, sin ser molestados ni estimulados por los adultos. Quizá ya te hayas dado cuenta: en cuanto intentas ayudar a tu pequeño, es un desastre: se enfada, grita, tira objetos al suelo que están a su alcance. Todas estas son señales de que a tu hijo le gusta hacer las cosas a su manera. Y con razón: así desarrolla nuevas habilidades y aprende poco a poco a realizar tareas más complejas.

Para fomentar la autonomía de tu bebé, no dudes en hacerle participar cuando le bañes o le cambies el pañal. En función de sus capacidades, también puedes dejarle que practique a ponerse de pie, a desplazarse por su propio espacio, a comer o a jugar solo. Abstente de interrumpirle y ayúdale siempre. A fuerza de intentos y fracasos, acabará aprendiendo y sentirá una gran alegría y orgullo por sus nuevas adquisiciones.

Sin embargo, que tu hijo haya adquirido autonomía en un área no significa que no vaya a necesitar ayuda ocasional en esa tarea. El cansancio, la enfermedad, la ansiedad por la separación... son sólo algunas de las razones por las que su hijo puede querer ayuda de repente con las actividades cotidianas. No te preocupes, estos retrocesos son temporales y, con tu apoyo y ánimo, tu hijo recuperará pronto sus buenos hábitos.

3) Utiliza tus palabras como aliadas

El hecho de que tu bebé aún no hable no debe impedirte comunicarte con él. Al contrario. Cuanto más le hables, más rápido desarrollará sus habilidades lingüísticas. Así que ¡hable con él!

Comenta tus acciones cuando cuides a tu bebé, nombra las cosas que os rodean durante un paseo, explícale paso a paso su rutina para dormir. Como aprende observando y prestando atención, tu hijo se beberá literalmente tus palabras. No sólo le encanta el sonido de tu voz, que le tranquiliza y le hace sentirse bien, sino que la regularidad de tus explicaciones le ayuda a estructurar sus pensamientos y le permite comprender mejor su entorno.

4. Apoya sus emociones

Tu bebé es pequeño, pero su mundo emocional ya es muy intenso: sus primeros miedos, la angustia de separación, la aparición de frustraciones, etc. A medida que se hace más independiente, tu bebé va tomando conciencia de sus necesidades y no duda en hacerlas valer alto y claro, ¡y eso es bueno!

El problema es que, en esta etapa, aún no es capaz de regular sus emociones por sí solo y, para superar este torbellino de emociones, te necesitará.

Gracias al proceso de "corregulación" emocional, tu hijo se sentirá seguro, tranquilo y confiado. Poco a poco, gracias a la base segura que has creado, desarrollará la capacidad de regular sus emociones por sí mismo.

5. Fomentar el juego independiente

Tu bebé aprende mejor jugando y experimentando. Al participar libremente en juegos que él mismo ha elegido, tu hijo puede utilizar sus sentidos y habilidades para desarrollar su independencia e inteligencia.

Para que tu bebé saque el máximo partido, es importante que le dejes jugar libremente: él decide a qué juega, cómo y durante cuánto tiempo. Cuando le veas involucrado en una actividad, evita interferir y da rienda suelta a su imaginación y experimentación.

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Elena Goutard
Publicado por : Elena Goutard - Coach parental Elena Goutard
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